Una de las cuestiones fundamentales para la utilización, útil, ágil y eficaz de las aplicaciones de que vamos a disponer, en la Sede Electrónica del Catastro (SEC) pasará por saber interpretar y mantener la coherencia entre la representación gráfica de un inmueble y el contenido del instrumento público objeto del mismo.
Se trata, en definitiva, de lograr que la representación gráfica elaborada por el técnico se corresponda con el contenido de la escritura a la que los otorgantes van a prestar su consentimiento, auténtico e informado.
Pero la actitud del notario ante el técnico no puede ser pasiva. El notario debe y tiene que interactuar con el técnico. No se trata de recibir planos y documentos e incorporarlos, sin más, al instrumento público. Se trata, por el contrario, de saber analizar la documentación que aporta el técnico -o que el técnico ha entregado al otorgante- para determinar su grado de utilidad y prever las consecuencias que, en cada caso, pueda acarrear la incorporación de la información gráfica al instrumento público.
Hay que tener siempre muy presente el papel fundamental que desempeña el notario –y que en cierta medida también incumbe al futuro del Notariado- en esta materia. Nuestro modelo de tráfico jurídico inmobiliario descansa sobre el consentimiento de los titulares de los derechos que se intercambian y circulan en su seno, derechos de los que los datos sobre la situación, forma y uso de los inmuebles que constituyen su objeto forman parte esencial de su contenido. Y ese consentimiento, auténtico e informado, se presta ante el notario.
Para facilitar la labor, se incorpora también un glosario, en el que se explican de forma breve, los conceptos técnicos que debe entender el notario durante este procedimiento.
Ésta es, en suma, la finalidad de estos contenidos, concebidos e imaginados como soporte de un Curso de habilitación especializada, pero que pueden ser utilizados también por el notario como guía y prontuario para desempeñarse decorosamente en el -aparentemente- intrincado universo de la representación gráfica de los bienes inmuebles. Que cada uno llegue tan lejos como quiera. Y sirva de anticipo y consuelo a los desprevenidos e incautos usuarios de estos materiales, que todos vamos a llegar al final a la misma conclusión: un sofá de cuatro metros no cabe en una habitación de dos metros, por mucho que adornemos nuestra argumentación con ejercicios de coordenadas y exhibición de certificados técnicos.